Autor
José Estrada
Desparpajo mis versos al viento,
para que los lleve hasta donde alcance su vuelo,
a ellos les froto armonía y sentimiento,
y sean gratos al oírlos, eso es mi gran deseo.
En esas palabras, mis intentos apuestan su todo,
podrían hacer un mural, de un callado contorno,
y decir, no tan solo en sonidos, que el tiempo callará,
conseguir soplo de magia y de la gloria lleguen más allá.
Donde las rimas les repiquen a los cuatro vientos,
presumiendo que escribí mayúscula,
la M de Mujer,
que cada vez que lo hago,
mi diestra experimenta placer,
cuan guerrero celebrando,
de victoria acontecimientos.
Desde hace unas lunas, me he estado preguntando,
qué estaba sucediendo, en el recinto de la plenitud,
de ciertas frases brotaba, algo que esponjaba mi hombría,
para descubrir que era, como a la Mujer me refería.
